WKes 4552 GrandCru Frigorífico para vinos

Un requisito para el proceso de maduración ideal es la temperatura de almacenamiento constante. La temperatura ideal para la maduración de todos los vinos, tanto tintos como blancos, es de + 10 °C a + 12 °C. El control electrónico de alta precisión en combinación con la tecnología climática más moderna garantiza un mantenimiento constante de la temperatura ajustada en el interior, incluso con oscilaciones importantes de la temperatura ambiente.

Como los olores pueden afectar perceptiblemente la calidad de los vinos durante su conservación,se ha integrado en estos aparatos un filtro de carbón activo intercambiable para garantizar una renovación del aire y, por lo tanto, una calidad insuperable del aire.

Incluso las más leves vibraciones pueden perturbar la maduración del vino y evitar que se pose el tanino. En todos los armarios bodega se han incorporado compresores que se han concebido especialmente para este fin y que procuran por una conservación cuidadosa de los vinos.

La humedad correcta del aire es un componente esencial para la conservación de los vinos. Pues, de esta manera, los corchos se mantienen suaves y no se resecan. Para mantener húmedos los tapones de corcho también por el interior en la medida de lo posible, las botellas deben almacenarse tendidas. Con una humedad del aire de más del 50 % las bodegas garantizan las mejores condiciones. Dependiendo de las necesidades, la humedad puede regularse en los armarios bodega para la conservación y el envejecimiento de vinos a través de una tecla de ventilación.

Una calefacción integrada permite alcanzar temperaturas superiores a la temperatura ambiente. Esto es muy importante, por ejemplo, para acondicionar el vino tinto (a aproximadamente unos 18 °C).